domingo, 27 de marzo de 2011

Escaleras y yo

Hola… ¿Qué tal?….Bueno, yo con un problema mas, para variar. Me di cuenta que detesto profundamente las escaleras. Ya conté una vez lo que me pasa cuando subo las escaleras mecánicas, pero analizando todo, me di cuenta que odio todas las escaleras habidas y por haber.
Yo si sé que hay una escalera en algún lado, trato de evitarla. Me ponen mal. Además me di cuenta que no sé “masticar chicle y subir las escaleras”… es verdad. No se qué hacer primero. Yo pienso que nunca podría haber vivido con la familia Ingalls por ejemplo, porque recuerdo que tenían una escalera de pie y empinada. Y yo con lo dormida que estoy cuando me levanto, si tuviera que bajar esas escaleras, probablemente “papá Ingalls” tendría que poner mucha paja en el piso de abajo, porque no las bajaría…directamente me tiraría. Sólo porque además, no quiero bajar ni subir escaleras.
La vida ideal sería con ascensores. Aunque algunos tampoco los entiendo mucho. Esos de metal que te sentís en una caja y nunca te enteras si estas subiendo o bajando y resulta que pasan los minutos y te das cuenta que la puerta se cerró y nunca apretaste bien el botón y por ende, estás en el mismo piso 30 minutos!!!

En fin, volviendo a las escaleras, lo peor es cuando vas a un bar y te encontrás con que el baño queda en el piso de arriba ¿Con qué necesidad? Yo no puedo subir escaleras en estado normal, menos las voy a subir ebria. Si fuera por mí, pondría un baño al lado de la mesa. Además, es muy feo esto de los baños en el segundo piso, porque parece que todo el mundo se divierte mirando como vos te empeñas en bajar cautelosamente, con un trago en mano, con tacos, sin baranda y ¡En pedo! Es como que todos están pensando: “Ahí se cae la gorda, ahí se cae el gordo, mira esta que tiene minifalda como se va de boca”.

Es el show de la noche en un bar: sentarse cerca de esas escaleras horribles que sabés cómo subirlas pero no cómo bajarlas.
Lo peor es si el bar quiere tener esa onda “cool” y te manda el piso transparente…y las escaleras también. Es un bajón porque vos no sabías eso, te pusiste una pollera, tratas de no abrir mucho las gambas pero entre peldaño y peldaño hay fácil 30 cm. de altura. Es imposible. Por suerte no uso pollera…
En fin, otra cosa que me molesta mucho son las escaleras “caracol”: son raras, no entro, me cuesta mucho doblar, hay muchas curvas. No sé si mi tamaño no es proporcional o qué pero las detesto. Y siempre me lastimo y no se cómo.
Encima yo sin baranda, no existo. No tengo sostén y a veces cuando una escalera esta muy empinada digo: -Chau, acá me caigo rodando y hago la gran “Indiana Jones”.
No me jodan, no sirvo para eso. Si tengo que ir a algún lado y se que hay escaleras, no las pienso subir y voy a hacer de todo para evitarlas.
Las mecánicas me siguen confundiendo, ahora además de no saber que escalón pisar, me di cuenta que pierdo el equilibrio cuando me tengo que agarrar de la cinta esa que encima se mueve!!! Me cagó la vida enterarme de eso. Y siento como una falta de equilibrio importante. Tanto así, que por las dudas siempre estiro el brazo apoyandome en el hombro de algún desconocido, que se da vuelta con cara de culo y le digo: “Perdón, soy torpe y perdí el equilibrio”.
Para mí las escaleras son la muerte misma, las de pie, las caracol, las mecánicas, las fijas, las altas (tipo las de la cancha) las cortitas y empinadas…todas. No hay escalera que me siente bien.

Gracias,