sábado, 26 de junio de 2010

¿Preguntas del por qué?

¿Por qué cada vez que nos enojamos o gritamos nos preguntan si estamos indispuestas?
¿Por qué siempre que la gente se suena los mocos mira en el pañuelo?
¿Por qué cuando el control remoto se esta quedando sin pilas apretamos mas fuerte los botones?
¿Por qué cuando vamos al ginecólogo nos encierra en un cubículo para que nos pongamos la bata si después nos tiene que ver las partes íntimas?
¿Por qué Goofy camina en dos patas y Pluto en cuatro, no son los dos perros?
¿Por qué nadie se da cuenta que Clark Kent es superman?
¿Por qué la guantera del auto se llama guantera si lo que menos hacemos es guardar los guantes?
¿Por qué tenemos ojos de gallo en los pies y patas de gallo en los ojos?
¿Por qué cuando llegamos a la cima de una montaña nos ponemos las manos en las caderas?
¿Por qué abrimos la boca cada vez que miramos el techo?
¿Por qué cada vez que hablamos por celular nos ponemos a caminar?
¿Por qué nos hace tanta gracia que se nos quede la marca del reloj cuando nos tostamos y se lo decimos al de al lado? Mirá, me quedó la marca, parece que llevo reloj, pero no!
¿Por qué cuando no funciona algún electrodoméstico le damos unos golpecitos?
¿Por qué siempre abrimos la cajita del medicamento y encontramos el prospecto al revés?
¿Por qué cuando tenemos miedo nos tapamos con las sábanas, que si te meten un cuchillazo no atraviesa la sabana?
¿Por qué en las películas de terror siempre preguntan Quién anda ahí? ¿Alguien les va a contestar: -“un monstruo” o –“un ladrón”?
¿Por qué cuando vamos caminando por la calle y gritan el nombre de alguien, nos damos vuelta igual?
¿Por qué cuando estamos viendo dos personas riéndose entre ellas, sonreímos?
¿Por qué se dice:- laburé como un negro-? ¿Cómo laburan los negros?
¿Por qué siempre que nos miramos en el espejo ponemos cara de serios o de modelos?

El hombre que nunca olvidó:

Abrió los ojos y sólo pudo ver la imagen borrosa de aquella botella de vino que se acostaba en la mesa.
Otra noche tratando de olvidarla, otro intento fallido.
Sus ojos parpadearon lentamente y en un momento se preguntó que habría ocurrido la noche anterior.
Su cabeza le dolía y parecía como si alguien lo estuviera golpeando fuertemente.
Quiso levantarse, pero allí seguía, sin decir una palabra.
De repente, miró el vaso que rodaba por el piso de madera y abrió su boca.
No se sorprendió del olor a licor barato que de ella salía, ni tampoco se espantó al ver su desaliñado rostro en el espejo.
Solo pensaba en volverla a ver. Solo tenía en su cabeza, los recuerdos de aquella ida prepotente y veloz que lo dejó sin aire. Esas imágenes se repetían una y otra vez, recordándole el peor daño que su corazón había sentido en toda su vida.
Allí estaba él, dando vueltas por la casa, vistiendo la misma ropa de hace unos días, recordando a la mujer que amó.
De repente sentado en la mesa, no hacía más que pensar en no volver a tomar.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas que recorrían su mejilla y terminaban en su mentón barbudo.
“Los hombres no lloran”- susurró bajito y limpió su cara.
Era increíble como pasaban los minutos, los días, los años y él seguía igual. Esperando que regrese.
Ni un sonido en el teléfono, ni un alma tocando su puerta. Estaba solo y rodeado de botellas vacías. Esas fieles compañías que lo hacían viajar en el tiempo hasta dejarlo ciego o dormido.
Pero él no quería otra vida así, no quería pasar otro día igual.
Lentamente se puso de pie, caminó hacia el baño, lavó su cara y se marchó.
Las calles le parecían pequeñas y oscuras. Distintas a aquellas coloridas y otoñales que recorrió junto a su amor.
El frío viento fue la única caricia que recibió ese día. El único susurro que sintió en sus oídos.
Y la retórica pregunta en su cabeza: ¿volverá algún día?
Las hojas de los árboles lo vistieron por breves segundos, y sus pasos parecían pesar más y más con cada segundo que pasaba. Estaba cansado, no tenía dónde ir, ni a dónde volver.
Por fin observó unas puertas viejas y oscuras, con un olor familiar y un no se qué, que le pedía que entre.
Agachó su cabeza y solo se dejó llevar. Era inútil, nunca iba a cambiar. Nunca iba a regresar tampoco.
Divisó al mozo que pasó junto a su lado, levantó la mano e indicó otra medida.
Otra noche que pasaría. Otro día había acabado.
Y él allí, con su licor que lo había hecho perder todo.
Sus lágrimas volvieron a caer, sus ojos se empañaron.
La retórica pregunta volvió a su cabeza:¿volverá algún día?
Finalmente abrió su boca y susurró:”los hombres no lloran”…bebe hasta morir…
Secó sus lágrimas, echo a reír y deseó que todo termine rápido.

domingo, 20 de junio de 2010

ser ama de casa

Buenas, quiero decirles a todos, más que decirles, contarles que tengo un trauma con ser ama de casa.
Es verdad, le tengo pánico a esa profesión. Realmente admiro a la gente que se dedica a eso.
Pero yo me juré desde chica, que no iba a ser ama de casa nunca.
Cuando escuchaba la radio, siempre lo sábados a la noche, el conductor le preguntaba a la oyente qué estaba haciendo, y la oyente siempre respondía:- limpiando, ordenando la casa.
A mi me daba pánico pensar en pasar un sábado limpiando y ordenando una casa.
Les juro me ponía mal, por eso es que me levanto todos los fines de semana a las 2 de la tarde y automáticamente como algo y me voy. Es así, siempre hago lo mismo.
Ni aún cuando mi armario esta engendrando una extraña criatura con toda mi ropa tirada echa un revuelto, me quedo allí para ordenarlo.
Ni en esos momentos me pongo a pensar en limpiar.
Es más, le tengo miedo a la sopa. La sopa para mí es de ama de casa. Nadie que no es ama de casa prepara sopa.
Creo que por eso ahora salieron las sopas instantáneas, porque empezaron a darse cuenta que cada vez hay menos amas de casa en el mundo.
Tampoco me imagino haciendo las compras, yo cada vez que voy a un supermercado, voy a jugar. Si, me gusta comprarme golosinas, gaseosas, postres, juguetes (juguetes para chicos). Siento que soy como mi pobre angelito cuando va a comprar.
Y hasta él creo que hace mejor las compras que yo. Después, cuando llego a casa, me doy cuenta que no compré nada nutritivo. Nada de comida.
Es feo que diga esto, pero como ama de casa me echarían a los 2 días sin indemnización. Mi vida es peor que la de TOM Hanks en “quisiera ser grande”.
Es por eso que mis sábanas aún tienen dibujitos de los pitufos. Mis pantuflas son las garras de un tigre. Y mi taza de desayuno es la que dice “en esta taza toma solo yumy”.
Lo peor es que es en serio.
O una de dos, o tengo problemas para asumir que soy adulto, o es mi miedo por convertirme en ama de casa.
Hay cosas de ama de casa que no se hacer. Como por ejemplo, prender un horno. No se de qué se trata prender el horno. Gracias que prendo la hornalla.
Otra cosa que no se hacer es planchar, cocinar, doblar la ropa, separar la ropa blanca de la ropa color. Y es ahí cuando me quedo frustrada esperando los mágicos ayudantes de las publicidades. Como la mujer del jabón en polvo con oxifrescura, o el cocinero del aceite, o al mismísimo mister músculo.
Nunca aparece nadie.
Igual te digo, todavía soy joven. Es mi consuelo. Esas cosas las puedo aprender, pero nunca voy a ser ama de casa, me da miedo.
gracias,
yumy

ser ama de casa

Buenas, quiero decirles a todos, más que decirles, contarles que tengo un trauma con ser ama de casa.
Es verdad, le tengo pánico a esa profesión. Realmente admiro a la gente que se dedica a eso.
Pero yo me juré desde chica, que no iba a ser ama de casa nunca.
Cuando escuchaba la radio, siempre lo sábados a la noche, el conductor le preguntaba a la oyente qué estaba haciendo, y la oyente siempre respondía:- limpiando, ordenando la casa.
A mi me daba pánico pensar en pasar un sábado limpiando y ordenando una casa.
Les juro me ponía mal, por eso es que me levanto todos los fines de semana a las 2 de la tarde y automáticamente como algo y me voy. Es así, siempre hago lo mismo.
Ni aún cuando mi armario esta engendrando una extraña criatura con toda mi ropa tirada echa un revuelto, me quedo allí para ordenarlo.
Ni en esos momentos me pongo a pensar en limpiar.
Es más, le tengo miedo a la sopa. La sopa para mí es de ama de casa. Nadie que no es ama de casa prepara sopa.
Creo que por eso ahora salieron las sopas instantáneas, porque empezaron a darse cuenta que cada vez hay menos amas de casa en el mundo.
Tampoco me imagino haciendo las compras, yo cada vez que voy a un supermercado, voy a jugar. Si, me gusta comprarme golosinas, gaseosas, postres, juguetes (juguetes para chicos). Siento que soy como mi pobre angelito cuando va a comprar.
Y hasta él creo que hace mejor las compras que yo. Después, cuando llego a casa, me doy cuenta que no compré nada nutritivo. Nada de comida.
Es feo que diga esto, pero como ama de casa me echarían a los 2 días sin indemnización. Mi vida es peor que la de TOM Hanks en “quisiera ser grande”.
Es por eso que mis sábanas aún tienen dibujitos de los pitufos. Mis pantuflas son las garras de un tigre. Y mi taza de desayuno es la que dice “en esta taza toma solo yumy”.
Lo peor es que es en serio.
O una de dos, o tengo problemas para asumir que soy adulto, o es mi miedo por convertirme en ama de casa.
Hay cosas de ama de casa que no se hacer. Como por ejemplo, prender un horno. No se de qué se trata prender el horno. Gracias que prendo la hornalla.
Otra cosa que no se hacer es planchar, cocinar, doblar la ropa, separar la ropa blanca de la ropa color. Y es ahí cuando me quedo frustrada esperando los mágicos ayudantes de las publicidades. Como la mujer del jabón en polvo con oxifrescura, o el cocinero del aceite, o al mismísimo mister músculo.
Nunca aparece nadie.
Igual te digo, todavía soy joven. Es mi consuelo. Esas cosas las puedo aprender, pero nunca voy a ser ama de casa, me da miedo.
gracias,
yumy

velatorios!!!

Buenas, vengo de un velatorio. Se murió el abuelo de un amigo y lo estuve acompañando en el velorio.
Hay algo que es terriblemente curioso, y es que en las casas de velatorios hay de todo, hasta un bar. Debe ser el único bar que está abierto las 24 horas.
Ahora, fijáte que entrás y lo primero que ves son las coronas de flores. Nunca entendí bien por qué se llaman coronas. Qué ¿se las ponen en la cabeza a los muertos? Más que corona debería llamarse salvavidas. Ahora que ironía, regalarle un salvavidas a un muerto.
Lo más extraño son los mensajes de las coronas, “tus nietos no te olvidan”, “tus compañeros de oficina no te olvidan”. Al final pensás:-¿A quién se lo dirán?
Porque no creo que el muerto se ponga a leer esas frases. Y encima, ¿Cómo que no te olvidan? ¡¡¡Si acaba de morirse, como para olvidarse!!!
Pero menos tiene sentido, las conversaciones de la gente en los velatorios.
De repente llega uno y dice:- no somos nada.
¿Pero cómo que no somos nada? ¡¡¡No será él nada, pero yo si soy algo!!!
O te dicen:-hoy estamos acá, mañana allá.
Y bueno, eso es lo bueno de los que tienen coche-pienso yo.
Ahí en los velatorios te das cuenta de que si querés que todos hablen de vos, lo mejor que podés hacer es morirte.
Entonces, empezás a hablar con uno, con otro. Hasta que siempre terminan hablando de comida. Y ahí alguien salta y dice:- hablando de comida, ¿Se acuerdan cómo le gustaba el pollo? ¿Te acordás la vez que se comió 3 pollos seguidos?
Y salta otro y dice:- ¿Y la vez que se tomó todo y casi termina con coma alcohólico?
Entonces yo pienso:- Perdónenme, pero si se comía 3 pollos seguidos y además tomaba tanto, lo raro es que no haya muerto antes.
Y con estas anécdotas del muerto, la gente se empieza a soltar y a reírse. Hasta que uno dice: “¡¡Aaaaaaay!!… si no nos reímos, ¿qué vamos a hacer…?”¿Cómo que qué vamos a hacer? Vamos a llorar ¡qué para eso estamos en el velatorio!
Pero si hay algo que a mí me impresionan son las frases del pésame. “Te acompaño en sentimiento”, “Ya pasó a mejor vida”. En esta última sí que tiene razón. Porque el pobre pasó toda la vida con muebles de aglomerado y ahora lo metieron en un ataúd de roble macizo.
En fin, yo no tengo claro lo que quiero que hagan conmigo cuando me muera. Había pensado en la incineración, pero no me convence. Porque van los familiares con las coronas de flores y el ataúd, y al rato salen con una copa de cerámica. Entre las coronas y la copa parece que vienen de ganar las olimpiadas.
Así que estoy pensando en donar mis órganos así como así.
Sin velatorio ni nada.
Las orejas, las dono al museo de cera. El corazón se lo donaría a algún jugador pecho frío. Y el hígado, bueno ya no queda mucho de él…pero que se lo regalen al próximo borracho que haya pasado por un happy hour.

Gracias,
Yumy

sábado, 19 de junio de 2010

dos cuentos cortos y raros.


La luz que entró por la ventana se posó junto al cuello de aquel, donde estaba la abeja que confundía su aroma con el perfume de la miel.
Allí donde la sombra no existe y el alma aparece de la forma más extraña.
Allí se encuentra él, tirado en la cama, mirando el techo, pensando en la nada.
Donde habitan los mejores recuerdos, está él, donde quiere volver a su infancia y jugar con aquella pelota de cuero o de trapo que de niño se llevó más de un tiempo perdido.
Allí está él, instalado en el pleno descanso de su cuerpo, sintiendo como su sangre circula de a poco y contando tal vez los segundos que faltan para dormirse.
No dijo nada. Ni una palabra.
Solo quedó inmóvil y luego se durmió.
Las bocinas de los autos no hicieron demasiado ruido, a pesar del tráfico que se asomaba.
Ni los gritos de aquella salida del colegio de en frente lo despertaron.
Estaba cansado. Pero más que cansado por las cosas que lo habían desgastado, estaba cansado de ser él.
Ese día llegó como siempre, a la misma hora, con la misma rutina.
Ese día sintió que era particular.
Miró la cama enfundada de viejos trapos y la luz de la ventana desplegaba un resplandor sincero. Un resplandor de mediodía.
Su cuerpo caía desplomado, y con un último respiro, miró el techo y se sintió digno de retirarse a su letargo.
No dijo nada. Ni una palabra.
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Nosotros los tres:
Volviendo a pensar en lo que rondaba por mi cabeza, estábamos los tres. Mi incoherencia, mi sabiduría y yo.
Estábamos los tres sentados en la mesa, dispuestos a tomar el té.
Yo preparaba las tazas, mi incoherencia las ignoraba y mi inteligencia me explicaba de qué manera podía hacerlo mejor.
Nunca entendí nada de esos encuentros. Sobre todo porque aquellos dos, nunca se llevaron bien.
Y yo, en el medio como siempre. Tratando de lidiar con ambos y buscando alguna solución.
Era inútil. La incoherencia quería sobresalir como siempre, pero la inteligencia no la dejaba.
Y yo que más da, allí estaba. Y a veces hasta me reía.
Volviendo a recordar el último instante, recuerdo una conversación que nos llevó a los tres a pensar un poco más. Incluso a la vaga incoherencia que siempre pasaba el rato diciendo cosas que no tenían sentido. Pero que en algún punto estaban bien.
Fue entonces cuando dijimos de hacer algo los tres.
Yo puse la casa, y los demás las ideas.
La incoherencia quería hablar, la inteligencia no la dejaba.
Hasta que decidimos que lo mejor era preparar una obra, algo que fuera nuestro y que los tres participáramos. Una pintura sería ideal.
La inteligencia, nos explicaba de cómo hacerlo bien. La incoherencia, simplemente seguía sus impulsos. Yo, por mi parte, pintaba y hacia lo que ellos me decían.
Una obra final, una imagen contemplada. Allí los tres estábamos mirando aquello que era nuestro. Allí los tres, no creíamos que fuera tan lindo.
Allí los tres llegamos a una conclusión. Para crear algo hermoso, no sólo la basta la inteligencia, si no también la incoherencia.
Y yo, por mi parte, haciendo lo que ellos me decían.

viernes, 18 de junio de 2010

tarea de hoy: ir al cine

Hace mucho que no iba al cine, el otro día fui. Primero que nada, suelo ir al Shopping a ver los estrenos ansiosamente, pero me encuentro con una dificultad. Nunca se dónde dejo estacionado el auto, en serio.
Llegué a pensar en la teoría de que los escondían a propósito y mientras lo buscas te miran detrás de alguna columna muertos de risa.
No importa si tienen letras, animalitos, número de columna, siempre te parece que te vas a acordar y que está cerca de la entrada. Pero resulta que después, te das cuenta que todas las entradas de todos los pisos son iguales.
Es bastante feo, llegas a decir:- OK ya fue, esta vez me lo robaron en serio.
Bueno, otra cosa que tampoco me gusta es buscar el número de asiento. No veo nada y encima esta bastante oscuro. Y lo peor es si el asiento queda en el medio.
Ahí tenés que esquivar a la gente, con una mano el pochoclo, con otro la gaseosa y después por fin encontrás el lugar, es todo una hazaña.
El otro día estaba pensado que siempre que voy al cine me siento delante del que ya vio la película y te la va contando. O acota cosas boludas. Como en una película de terror, tira frases como:-ay no!, mira detrás de tuyo!!! , etc.
También está el que te la va a adelantando, en el final dice: - ah claro, es la mina porque…
¡¡¡O sea deja de ganar protagonismo, dejáme darme cuenta a mí!!!
Sino está el que se ríe de cosas boludas, aplaude, grita, es como que se unifica mucho con la película. Es mas quiere ser parte de ella. Y lo peor es que no se da cuenta de que todos lo están mirando.
Es típica que también te sentás cerca de un bebe y en lo mejor de la película se pone a llorar, y los padres lo dejan ahí, quietito.
O puede ser que te toque el hincha pelota, el que le molesta el asiento, el que te clava los pies en la butaca y te jode la espalda, el que tira pochoclo para todos lados, el que come y hace ruido, el que hace ruido con las bolsas, el que toma el último sorbo de gaseosa, y hasta el colgado al que le suena el teléfono.
Es bastante fastidioso aguantar todo eso, pero lo peor es cuando termina.
Yo por ejemplo trato de entrar a funciones tardes así no me cruzo con la gente que salió de la función anterior. Porque siempre sale comentando y contando el final.
Es terrible, pero bueno, ir a ver el estreno contado por otro quizás no esté tan malo.
En fin, de películas ni hablar, siempre me olvido el nombre, de qué trata o cómo empezó.
Soy bastante colgada para seguir el hilo.
Pero lo bueno es todo lo que me llevo para comer, chocolates, nachos, pochoclo, gaseosa, de todo.
Es una fiesta.
La verdad disfruto mucho ir al cine, a pesar de todas estas contras…

Gracias,
Yumy

jueves, 17 de junio de 2010

comer en un restaurant


El otro día fui a comer a un restaurante y me puse a ver detenidamente el proceso que lleva ir a comer afuera.
Yo por ejemplo tengo un problema a la hora de pedir la cuenta, y no es porque no me guste pagar, sino que siempre que termino de comer pienso que me gustaría levantarme y retirarme rápido. Me da mucha fiaca esperar la cuenta. Encima si el mozo es lento tenés que calcular que va a tardar unos 20 minutos más.
Siempre pienso en pedir la cuenta mientras estoy comiendo pero me parece que no queda muy bien y además no se si después voy a pedir algo más.
Entonces lo ideal son los lugares de comida rápida, ahí pagás por adelantado, te dan la comida, comés y te vas. Lo malo es que no podés sentarte antes y te encontrás con pedido de 4 bandejas y ninguna mesa disponible. Te querés matar.
Otra cosa que me molesta mucho es que no se qué plato pedir. Tengo miedo de pedir algo muy raro, porque a juzgar por los nombres que aparecen en la carta, pareciera que son todos platos riquísimos, elaborados y abundantes. Después, resulta que descubrís que lo que pediste es una milanesa disfrazada.
Lo que nunca voy a entender es la gente que va al resto y pide por ejemplo un panaché de verduras… no entiendo ¿Qué tiene de bueno salir a comer y pedirte eso? Es mas aburrido que un chupetín de lechuga. Igual que la gente que va a un Mc o cadena de comidas rápidas y se pide una ensalada del cesar ¿Qué es esto? ¿Es la necesidad de sentirte rebelde y pedir lo menos pedido?
En fin, siempre tenés mucha hambre y te querés pedir todos los platos juntos.
Con respecto a la gente tengo una visión particular. Están los apurados que para que le traigan todo rápido piden milanesa con papas fritas. Lo malos es que cuando van acompañados tienen que esperar igual porque el otro se pidió a lo mejor una cazuela de mariscos. Están los que se quieren hacer los sofisticados y te piden un plato extravagante y por ahí no les gusta, pero se lo bancan. Como por ahí pasa cuando piden sushi, les parece horrible, pero como es el plato de moda lo piden igual y se lo tragan con una cara de asco terrible.
Después están los simples que piden comidas típicas como carne al horno o pollo con papas, etc. Son los que mas admiro.
Pero fijándome bien, siempre encuentro que también están los típicos o los que quizás no comen bien en sus casas y cuando salen se piden platos “caseros” como puchero, lentejas, puré de calabaza.
Según que pidan, automáticamente sabés qué clase de vida tiene cada persona, qué tan pacientes son y también qué tan delicados son.
Ir a comer es una aventura para mí, observando siempre a los demás. Están los familieros, los solitarios, los que van con amigos o amigas y los que simplemente van por costumbre (y se conocen el nombre de todos los mozos).
Es ley entender que hay requisitos mínimos como: no llenarse con pan, no tomar mucha gaseosa porque te hincha y te llena también, no pedir platos extraños porque o viene cualquier cosa o viene poca cantidad, no pedir que te cambien un plato (porque algo no te gustó) porque sabés que va a venir con restos de todo y de todos.
A no olvidar la propina generosa al mozo macanudo y la propina justa para el mozo serio con poca onda.
A no olvidar usar escarbadientes con precaución y servilletas en las faldas.
Buen provecho,
Yamila

lunes, 14 de junio de 2010

inseguridad personal II

Siempre digo que tengo una inseguridad personal. Bien eso es verdad y hoy caminando por la calle recordé que esto me pasa desde chica.
Me acordé que cuando iba a una heladería siempre pedía helado de dulce de leche. El heladero me miraba y me decía:-¿solo dulce de leche?-.
-No, en realidad me estoy haciendo la misteriosa y ahora en un rato te digo el otro gusto- pensaba yo.
Lo cierto es que siempre pedía este mismo gusto, ya de grande empecé a alternarlo con un sambayon, un banana splits y hasta un chocolate con almendras, pero nunca dejaba de lado mi tan querido dulce de leche.
Bueno esto hasta acá no tenía nada de malo, lo malo fue cuando un día me dije:- voy a probar con otros gustos, esta vez no voy a pedir dulce de leche, esta vez voy a cambiar.
Les digo una cosa, nunca pude. Algo hacía adentro mío que no pidiera otro gusto. Es más, a veces ni pensaba para pedir rápido, pero me taraba en el mostrador y lo único que atinaba a decir era:- eeeeh, dame dulce de leche y sambayon.
No sé si tengo miedo al cambio o tengo mucho amor por este gusto, pero en serio les digo, no puedo cambiar. Sea lo que sea siempre termino pidiendo lo mismo, no me animo a elegir otra cosa, tengo miedo de haber pedido algo que no me guste y haber perdido la chance de comer mi helado preferido, no se… es muy extraño. Siento que estoy atrapada en una barrera o en un pozo del cual no tengo salida. A veces pienso en mandar a otra persona a comprar pero después de unos segundos termino yendo yo porque tengo miedo de que pidan menta granizada, quinoto al caramelo, o algún gusto extraño.
Otra cosa que también me da inseguridad es la fila del supermercado. Créanme que soy experta en elegir la fila que mas tarda. Es ley.
Siempre digo:- Bueno esta parece que va rápido o esta me parece que tiene poca gente. La cosa es que por alguna razón la fila se tara y no avanza más. O la maquina para pasar la tarjeta se rompe, o el que esta adelante se olvidó alguna cosa y la fue a buscar. Siempre me pasa algo y termino tardando más que las filas largas. Es más, la gente me mira como diciendo:- ¡chau boluda! ¡Esperá un ratito más!
Es horrible, tan horrible como elegir la porción de pizza más grande y al levantarla que se caiga toda la muzarella a la porción de al lado. ¿No es frustrante eso? Se te va cayendo de a poco y terminás con el triangulo de pan y tomate.
O es tan feo como comprar una gaseosa y al abrirla descubras que no tiene gas.
O tan feo como cuando vas viajando a tu casa con hambre y sabes que en la heladera habías dejado algo rico y cuando llegás no está! Alguien se lo comió.
Es así, me pasa siempre.

domingo, 13 de junio de 2010

Las personas y el mundial:


Hace unos días que me encuentro bastante fastidiosa, y es por todas las publicidades del mundial que estoy viendo. No solo eso, sino que de repente ahora encuentro fanático y fanáticas que nunca había visto. Odio eso.
Sobre todo odio las mujeres que odiaron el futbol todos estos años y ahora de repente aman el futbol y les interesa cada partido del mundial, nunca lo voy a entender. Seamos lógicos, podemos abarcar todas las funciones del hombre (médicos, abogados, etc.) pero si hay algo que nunca vamos a poder abarcar es su territorio futbolístico. Odio las mujeres que ahora piensan como hombres, o por lo menos tratan de hacerlo y no se dan cuenta que lo único que hacen es hacernos quedar mas boludas, sí, aunque no lo crean quedamos más boludas. Yo me siento delante de un partido de futbol sólo para ver los lomos de los jugadores, las piernas que tienen y el movimiento muscular que realizan ante una gambeta. O me quedo estupefacta admirando lo grande que es su espalda y como le queda de bien la remera ajustada. La verdad es que no me interesa mucho el juego ni saber si jugo bien messi o no, esa función se la dejo a los hombres. Lo único que me motiva del mundial es que voy a conocer jugadores nuevos y sus físicos terribles. No nos hagamos las mujeres fanáticas porque queda feo y todos sabemos que en el fondo no entendemos nada!!!
Por otro lado ya no se puede hablar con ningún hombre, todo lo que hacen es ver futbol, hablar de futbol y pensar en futbol.es inútil lo que hagamos, sabemos que por un mes estan…pero ausentes!!! Se juntan en suburbios para conversar sobre cada partido como si fuera una especie de logia o algo asi. Ya es lógico que no podemos hacer nada, durante un mes tenemos que convivir con estos zombies que lo único que hacen es criticar el futbol. El bueno y el malo.
Así que propongo que las mujeres que estén en la misma situación que yo, aprovechen y utilicen lo mejor de este momento y de estos zombies: la tarjeta de crédito.
Es verdad, los Shopping siguen abiertos y que mejor que nosotras para explorarlo y comprar lo que se nos cante. Eso si, cuidado que el mundial dura solo un mes, y el resumen de la tarjeta llega el mes que viene!!

Los baños públicos:


Alguien puede decirme algo mas feo que ir a un baño publico? Cada vez que voy a algún lado lo primero que pienso es en no ir al baño.
Si si , me molestan mucho los baños públicos. Es mas, creo que ir a uno de estos es de verdadero héroe.
Siempre te pasa que, de todos los cubículos, justo te toca el mas sucio, o el que esta tapado o el que no cierra la puerta.
Es toda una aventura, porque tenes que estar con una mano teniendo la puerta para que no te la abran, con la otra bajarte los pantalones y en puntas de pie tratas de hacer pis, si en puntita de pie para no apoyarte en el inodoro. Es todo una hazaña.
Ahora estan de moda los inodoros altos, parecen hechos a propósito…a si? No te queres apoyar? Tomaaa!! A ver si no te apoyas!!!... es un bajón, queres hacer en puntas de pie y no podes levantarte tan alto!!! Y terminas apoyándote o cayéndote…es terrible
Otra cosa que me molesta son las puertas, no entiendo porque nunca cierra del todo, estas viendo como los demás se lavan las manos y pensas “ ayy me va a mirar” y no!! Nadie se pone a prestarle atención a la ranura de tu puerta!!
Encima es horrible que las puertas sean cortas, estas haciendo tus cosas y se te ven los pies, y lo que es peor...se ven los pies del de al lado. No entiendo, tanto les costaba terminar la puerta hasta abajo??...que es mas barato?? O es divertido verle los pies al otro?
Son cosas que nunca voy a entender!!!
El otro día fui a una fiesta de egresados en un colegio y me pasó lo mismo que en mis sueños. Yo cuando me estoy haciendo pis siempre sueño que voy a baños que no tienen puertas o que no encuentro un baño limpio…hasta que despierto y me doy cuenta que me estoy haciendo pis.
En fin, el otro día en un colegio publico, me estaba haciendo pis…y cuando voy al baño, las puertas tenían una ventana transparente. O sea, se veía quien estaba sentado en el inodoro!!! Fue muy feo, no sabia si acercarme, no quería que me viera nadie. No entiendo como pueden hacer puertas así…será por cuidado de los niños o lo que sea, pero tanto costaba ese día taparlo con un poco de diario? O de papel?..Era muy incomodo hacer en esas condiciones. Por supuesto que tarde mucho en entrar, porque no estaba segura…no quería que me vieran. Pero bueno ante la necesidad, tuve que entrar.
Los baños públicos son lo peor que a uno le puede pasar al momento de salir…a veces voy pensando en no tomar demasiado para no tener que ir al baño.
Es así…me pasa eso…y no lo puedo evitar.

miércoles, 2 de junio de 2010

diferencias entre el perro del vecino y mi perro

estas son las diferencias entre el perro del vecino y mi perro
1- el perro del vecino sabe hacer trucos, mi perro no sabe y si sabe alguno cuando le pido que lo haga frente a alguien no lo hace.
2- el perro del vecino es guardian, mi perro se mete abajo de la cama cada vez que siente pasar el camion de basura.
3-el perro del vecino pasea sin correa y no se escapa, el mio va atado tironeando como si nunca hubiera salido y si se llega a soltar se me va a la mierda.
4-al perro del vecino lo retan y se va al rincon, a mi perro lo reto y mueve la cola mirando la puerta.
5-el perro del vecino lleva el diario en la boca y lo desliza suavemente en la mano de su amo, mi perro rompe el diario, lo caga, lo mea y encima te chorea las ojotas y te las esconde.
6-el perro del vecino ladra ante la presencia de un desconocido en la casa, mi perro se esconde entre las piernas y mira con la cabeza agacha.
7- el perro del vecino hace sus necesidades cuando sale a la calle, mi perro hace cuando quiere como quiere y donde quiere.
8- el perro de mi vecino es habil y corre todo el dia, mi perro es fatiga y lo unico que hace es mirar la tele desde su cucha.
9- el perro del vecino se alimenta con pedigree, mi perro elije whiskas.
10- el perro de mi vecino es un golden retriever dorado apodado Nerón igual que su padre, ambos con papeles. mi perro se llama cacho, es puro perro y lo encontramos casi famélico.
asi todo amo a mi perro, porque no será el mejor pero se parece a su dueño!

gracias!

10 cosas en las que soy inutil::::::

esta es la lista por las cosas que soy inutil, o que hago con torpeza
1- soy inutil para cebar mate, haga lo que haga siempre se me lava en la primer cebada
2-soy inutil para poner los cordones de las zapatillas y que queden iguales
3- soy inutil para distinguir cuando el huevo duro esta a punto.
4-soy muy inutil para diferencial el tire del empuje que se anuncia en las puertas, siempre me quedo inmovil y hago el acto contrario.
5-soy sumamente inutil para preparar bien un jugo, o me queda aguado o me queda muy puro.
6-soy inutil para abrir una lata con un abrefacil, o hago fueza de mas y tiro todo, y la manijita se me rompe y me queda colgando del dedo
7-soy inutil para reconocer la hora mientras me preguntan la hora, me quedo estupefacta mirando las agujas del reloj y tardo segundos en saber que hora es!!!
8-soy inutil para bajarme del colectivo, nunca se en que parada bajarme.
9- soy inutil para desabrocharme el corpiño y sacarmelo por la manga, nunca puedo.
10-soy inutil para bajar del colectivo cuando hay mucha, nunca se si bajar por adelante, por atras o no bajar! muchas paradas antes me pongo a analizar que es lo que voy a hacer...
si alguien es inutil para algo mas... sumese

gracias!!

cosas que odio!!!!!


Cosas que odio:

-tomarme el colectivo elegir un lugar para ir parada y ver que en el fondo hay lugar, correrme para el fondo y que se pare la persona donde estaba anteriormente yo posicionada.

-las propagandas de los postres ser: es increíble como nos hacen quedar como boludas a las mujeres, poniendo ahí 5 mujeres boludas bailando la macarena porque un postre tiene menos calorías que una manzana!!!

- odio que me pregunten donde queda una calle y yo sé que la sé..me la conozco de memoria y en ese momento se me hace una nube y termino diciendo..eeehh no, no sé (y después acordarme!!!, ya es tarde no puedo correr al individuo y decirle ya esta! ya me acordé, preguntáme de nuevo)


- odio que cuando voy al a peluqueria a cortarme el pelo y les digo solo las puntas…el peluquero me termina cortando el pelo como quiere y encima tiene el tupé (ahora que me acorde tambien odio esa palabra) de preguntarme si me gusta


- odio la palabra tupé….que quiere decir??..no entiendo..
la odio a esa palabra como odio la frase: “..me saque de quicio.”. (qué es quicio???, es un lugar?? Un país?? Un estado??..no me lo imagino)

- odio tratar con amabilidad al que atiende en algún negocio, y éste me trate mal…o sea..si le digo hola buen día que tal..porque no me contesta de la misma manera?? Me irrita

-odio la gente que usa palabras difíciles para hacerse la importante cuando en realidad lo que esta diciendo es una pelotudes…no encuentro un ejemplo pero…Hay varios…



-que te pregunten cosas ovbias sobre lo que te pasó después de que ya te pasó (por ejemplo: perdiste el celular. T te preguntan donde?? O...pero¡¡¡Cómo no lo guardaste bien!!.. o te olvidaste de traerte un sweater y te dicen :¿pero como no te trajiste un sweater? )

-gente que te agrega en el msn y le preguntas de donde te conozco? Y te tiran..nose..no me acuerdo…de algun foward!!..loco admiti que sos un pelotudo y que sacaste de algun lado..o te tiran la típica..vos me agregaste a mi!!!!...

-odio la gente que pone Nicks en ingles, me parece que quieren demostrar que saben idiomas!!!

- odio la gente que dice las palabras con una terminacion “tierna” como por ejemplo: enfermucha, mamucha, camucha, estas solari, arrugueti, etc… las palabras son eso..palabraS!! porque darle terminación rara??
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- Odio no saber que escalon pisar en la escalera mecánica, siempre tengo duda, nose si pisar el que ya pasó o pisar el que viene, y por alguna razon termino pisando el medio.
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-odio preguntarle a todo el mundo si tiene algo en particular que en ese momento necesite (por ej: cargador de celular, birome, etc), buscarlo por todos lados y después cuando ya no lo necesito que me digan: aa yo tengo..porque no me pediste??

-odio la gente q te dice hay que cara de dormida (a las 8 de la mañana entrando a trabajar) ovbio q tengo cara de dormida si recien me levanto.
-odio abrir un papel higienico, no lo entiendo, vienen todos pegados cuando lo queres abrir arrancas un monton de papel y encima el troqueladito me pone nerviosa.no entiendo que pretenden que haga con un cuadradito.