viernes, 22 de abril de 2011

cosas de chicos


Buenas noches.

Me di cuenta cuanto nos engañan de chiquitos, vivimos engañados. Y nuestros padres eran los principales responsables. No dudaban en recurrir a cualquier mentira con tal de conseguir sus objetivos.

Por ejemplo, a la hora de la comida. Si no querías comer, te intentaban hacer creer que la cuchara con el puré de verduras era...un avión. ¡Sí…es re igual a un avión! Es más, creían que lo único que le faltaba para ser verosímil era el sonido del motor. Y ahí te hacían el fastidioso: “ BRRRRRRRRRRRRRR”.

Claro. Es que pensaban: “Si el nene no quiere comerse un poco de puré... Seguro que se come un avión”. Además te hacían responsable de la buena alimentación de toooda tu familia: “Esta por papá. Esta por la tía. Esta por el hermano...” O sea, tenías que comer vos por todos!!!

A veces sus mentiras conseguían lo contrario a lo que se proponían. Por ejemplo, para conseguir que nos durmiéramos te inventaron las canciones de cuna. Que igual la música era apropiada, pero fallaban en la letra. Por ejemplo: “Duérmete niño. Duérmete ya. Que viene el Coco y te comerá...”

Y vos pensás: “¿Cómo? ¿Qué va a avenir quién? O sea que después de esta información ¿Vos pretendés que yo me duerma?” Claro te pasabas toda la noche con los ojos abiertos y ni en pedo te dormías, y pensabas: “ Buen, si va a venir ese tal Coco por lo menos que me agarre despierto”.

Cuando nos llevaban al médico también recurrían al engaño. Y te decían cosas como: “No seas tonto, si no te va a doler...”

Además te decía “Tonto, que si te portas bien el doctor te regala un chupetín” “¿Un chupetín? ¡Por qué no me lo dijiste antes! ¡Dale, dale rápido! Por un chupetín que me saque el apéndice, que me haga un enema, que me haga un hisopado…lo que sea!!!

Cuando terminaba la consulta, el medico te decía: “ Toma esto es para vos”. Y lo que te daba era el palito con el que te había examinado.
Y encima tu mamá te decía: “¿Qué se dice?”- y yo pensaba: “¡Mentiroso, rata, garca, engañador de niños ilusos! ¿Qué hiciste con el resto del helado?”. ¿Qué esperaban que dijéramos??? ¿¿¿ Gracias??? No era negocio, me dejé abrir todo el cuerpo por un palito choto que ni siquiera dice vale otro para canjearlo por un helado en el quiosco del colegio.



Nuestros padres tomaban nota de esa idea de asociar algo bueno con algo malo y te sorprendían diciendo cosas como: “Vamos a jugar a ordenar tu cuarto” , “¿Vamos a jugar a ordenar tu cuarto...?” Es como si vos le dijeras a tu pareja : “¡Vamos a tener sexo planchándote los pantalones”

Y como conclusión, la frase con la que los padres ponían fin a todas nuestras preguntas. “Papá ¿Por qué los chicos son tan malos?” “Cuando seas mayor lo vas a  entender”...
O también “ Cuando tengas hijos me vas a dar la razón” …o mejor esta: “ Porque soy tu madre y porque lo digo yo y punto!!!

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