Me encantan las plazas, pero descubrí que tengo pánico a las palomas…sobre todo cuando te sentás en un escalón del prócer de la plaza a la que concurrís, y te pones a tomar mate, todo bien…pero de repente se te cayó una miguita de galletita y tenés 200 o 300 palomas alrededor tuyo.
Encima, si están cagadas de hambre peor, porque ahí es cuando se empiezan a pelear y atacar entre ellas y vos pensás:”-chau, ahora me pican la cabeza a mi…todo por un pedacito de bizcocho”.
No entiendo la gente que compra maíz en la plaza y le tira a las palomas ¿Cuál es el concepto? Las palomas traen virus, enfermedades, no está bueno atraer ese tipo de cosas.
Es como que yo mañana me ponga a tirar azúcar y me empiece a juntar cucarachas y hormigas…
Bueno, la cosa es que ayer me pasó eso…se cayó un pedazo de galletita al piso y teníamos un montón de palomas rarísimas (porque aparte eso, últimamente las palomas vienen re deformes, con dos colas, otra cabeza de más, no entiendo…mutan), todas rodeándonos.
Me sentí como la vieja de mi pobre angelito2…la mina estaba enferma por las palomas…y el pelotudo de mi pobre angelito ¿Qué le regala de recuerdo? Una torcaza para el árbol de navidad… ¡¡¡ La vieja ni siquiera tenía casa!!!
En fin, siempre que paso por una plaza, me quedo mirando y diciendo…que lindo día para ir…pero nunca tengo con quien. Y ayer, que si tenía con quien ir…me dí cuenta por qué odio las plazas, parques y demás.
Primero que nada…siempre se sientan al lado mío, gente muy extraña, cirujas, señoras locas con olor feo, señor loco mirando perversamente…para mí me huelen, y esperan el momento para acercarse.
En un momento pasó un hombre mayor, con vestimenta de explorador (con la cara cubierta) y se puso a bailar como Michael Jackson, caminaba dos pasos y hacía un movimiento. Una de dos, o tenía un tic…o estaba empezando a practicar para “Talento Argentino”.
Entonces, yo, que le tengo miedo al público; nunca sé qué hacer, ayer rodeada de palomas, rodeada de gente extraña y con miedo detrás de un monumento. Estaba mal, estaba triste.
En fin, es insoportablemente horrible cuando los nenes se ponen a andar en bicicleta, siempre hay uno que te lleva puesto, es insoportable los abuelos que caminan con sus nietos y se sorprenden por cada pelotudes que hace el nene:-“Hay, el nene corre a las palomas”; “Hay, mirá como corre…”; “Hay, mirá como le roba la garrapiñada al amiguito”; “Hay, le da garrapiñada robada a las palomas”(todo con voz tierna).
Todo, le sorprende al abuelo y padre primerizo…
Quiero aclarar algo…lo areneros son terribles. Si son padres o abuelos, vean al arenero como el peor enemigo del Espadol, no caigan en ese agujero del que nunca más se sale.
Los areneros, son los lugares donde los gatos hacen pis, los fumones descartamos el faso por la noche, cuando viene la policía…la arena tiene liendres (eso dicen), y por lo general…todo lo que enterrás, nunca lo encontrás. El arenero en ese sentido es bastante garca.
Para mí que abajo del arenero hay un tipo que se encarga de chorearte las cosas que enterrás.
A mi me pasaba eso en mi colegio, jugábamos ahí, enterrábamos las cosas, y a los pocos segundos de enterrarlos, lo perdíamos. Claro que existían esos chamullos que te dicen otros compañeritos cuando sos chiquito… como por ejemplo…que abajo del arenero está el diablo… ¿Para que mierda iba a querer el diablo robarme al muñeco Bart Simpson que enterré hace dos segundos?
En fin, la plaza, el sol, el mate, el calor…los pibes…las palomas…un día hippie…dentro de todo…para la próxima me hago una rasta por $5.
¿O no Gisela?…
Gracias,
para la próxima rastas en toda la cabeza, encima te olvidaste de mencionar al pibe, con antenitas (rastas recien hechas) parecia la hormiga atomica!.
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