domingo, 20 de junio de 2010

ser ama de casa

Buenas, quiero decirles a todos, más que decirles, contarles que tengo un trauma con ser ama de casa.
Es verdad, le tengo pánico a esa profesión. Realmente admiro a la gente que se dedica a eso.
Pero yo me juré desde chica, que no iba a ser ama de casa nunca.
Cuando escuchaba la radio, siempre lo sábados a la noche, el conductor le preguntaba a la oyente qué estaba haciendo, y la oyente siempre respondía:- limpiando, ordenando la casa.
A mi me daba pánico pensar en pasar un sábado limpiando y ordenando una casa.
Les juro me ponía mal, por eso es que me levanto todos los fines de semana a las 2 de la tarde y automáticamente como algo y me voy. Es así, siempre hago lo mismo.
Ni aún cuando mi armario esta engendrando una extraña criatura con toda mi ropa tirada echa un revuelto, me quedo allí para ordenarlo.
Ni en esos momentos me pongo a pensar en limpiar.
Es más, le tengo miedo a la sopa. La sopa para mí es de ama de casa. Nadie que no es ama de casa prepara sopa.
Creo que por eso ahora salieron las sopas instantáneas, porque empezaron a darse cuenta que cada vez hay menos amas de casa en el mundo.
Tampoco me imagino haciendo las compras, yo cada vez que voy a un supermercado, voy a jugar. Si, me gusta comprarme golosinas, gaseosas, postres, juguetes (juguetes para chicos). Siento que soy como mi pobre angelito cuando va a comprar.
Y hasta él creo que hace mejor las compras que yo. Después, cuando llego a casa, me doy cuenta que no compré nada nutritivo. Nada de comida.
Es feo que diga esto, pero como ama de casa me echarían a los 2 días sin indemnización. Mi vida es peor que la de TOM Hanks en “quisiera ser grande”.
Es por eso que mis sábanas aún tienen dibujitos de los pitufos. Mis pantuflas son las garras de un tigre. Y mi taza de desayuno es la que dice “en esta taza toma solo yumy”.
Lo peor es que es en serio.
O una de dos, o tengo problemas para asumir que soy adulto, o es mi miedo por convertirme en ama de casa.
Hay cosas de ama de casa que no se hacer. Como por ejemplo, prender un horno. No se de qué se trata prender el horno. Gracias que prendo la hornalla.
Otra cosa que no se hacer es planchar, cocinar, doblar la ropa, separar la ropa blanca de la ropa color. Y es ahí cuando me quedo frustrada esperando los mágicos ayudantes de las publicidades. Como la mujer del jabón en polvo con oxifrescura, o el cocinero del aceite, o al mismísimo mister músculo.
Nunca aparece nadie.
Igual te digo, todavía soy joven. Es mi consuelo. Esas cosas las puedo aprender, pero nunca voy a ser ama de casa, me da miedo.
gracias,
yumy

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